La música como influencia
en los patrones de comportamiento del ser humano
- Introducción
- ¿Que es la música?
- ¿La música en verdad influye en el comportamiento humano?
- Dime que escuchas y te diré quien eres
- La musicoterapia
- Conclusión
- Bibliografía
La música desde la antigüedad hasta nuestros
días no sólo ha sido diferenciada por la cantidad sino básicamente por haber
planteado nuevos rumbos en las conductas humanas; Ya que hace 2,500 años, la
música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad "hasta los principales filósofos y políticos han luchado por su control", incluso a través de la constitución de su nación. Este fue el caso en Esparta y Atenas.
Otras culturas antiguas, como las de Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares.
Hoy, un control legislativo o gubernamental de este tipo sería casi
inconcebible, pero incluso en este siglo, hay gobiernos que han implementado leyes para controlar la música.
Uno de
los argumentos que predomina a lo largo del siglo XX es: "El libre pensamiento". Por lo cual ya no se toman en
cuenta los estándares de ética; no quiere decir que se incumplan si no que
ahora ya no le tiene tanta importancia sólo se da el tiempo necesario para "digerirlas"
y discutirlas.
por lo
cual se hace necesaria la investigación sobre el por que y el como la
música se a convertido en un fenómeno de cambio en las sociedades; no solo de cambio si no también de
empoderamiento social .
Esta monografía propone analizar el impacto que
desarrolla la música sobre la sociedad en general, desde los puntos de vista
antropológico, sociológico y psicológico.
Capitulo I:
1.1 DEFINICIÓN DE MÚSICA:
el arte de organizar sensible y lógicamente una
combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los
principios fundamentales de la melodía,
la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su
origen en la antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias
décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la
música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias
artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse
musicales, expanden los límites de la definición de este arte.
La
música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es
suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar
sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es
un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con
variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.).[1]
1.2 ETIMOLOGÍA:
La música (del griego: µ??s??? [t????]
- mousike [téchne], "el arte de
las musas")
El origen
etimológico proviene de la palabra MUSA, que en idioma griego antiguo
aludía un grupo de personajes míticos
femeninos, que inspiraban a los artistas. Las musas tenían la misión de entretener a los dioses bajo
la dirección de Apolo. Precisamente, Apolo era
el jefe de las musas; él las dirigía para que entretuvieran a los dioses en las
comidas.[2]
1.3 PARAMETROS DEL SONIDO:
(Distribución de las notas musicales en
el teclado de un piano. Cada nota representa
una frecuencia de sonido distinta; sacado de wikipedia: la música)
La música
está compuesta por dos elementos básicos: los sonidos y
los «silencios».
El sonido es
la sensación percibida por el oído al recibir las variaciones de presión generadas por el movimiento vibratorio de los cuerpos sonoros. Se
transmite por el medio que los envuelve, que generalmente es el aire de la atmósfera. La ausencia perceptible de sonido es
el silencio, aunque es una sensación relativa, ya que el silencio absoluto no
se da en la naturaleza.
El sonido
tiene cuatro parámetros fundamentales:
- La altura es el resultado de la frecuencia que produce un cuerpo sonoro; es decir, de la cantidad de ciclos de las vibraciones por segundo o de hercios (Hz) que se emiten. De acuerdo con esto se pueden definir los sonidos como "graves" y "agudos". Cuanto mayor sea la frecuencia, más agudo (o alto) será el sonido. La longitud de onda es la distancia medida en la dirección de propagación de la onda, entre dos puntos cuyo estado de movimiento es idéntico; es decir, que alcanzan sus máximos y mínimos en el mismo instante.
- La duración corresponde al tiempo que duran las vibraciones que producen un sonido. La duración del sonido está relacionada con el ritmo. La duración viene representada en la onda por los segundos que ésta contenga.
- La intensidad es la fuerza con la que se produce un sonido; depende de la energía. La intensidad viene representada en una onda por la amplitud.
- El timbre es la cualidad que permite distinguir los diferentes instrumentos o voces a pesar de que estén produciendo sonidos con la misma altura, duración e intensidad. Los sonidos que escuchamos son complejos; es decir, son el resultado de un conjunto de sonidos simultáneos (tonos, sobretonos y armónicos), pero que nosotros percibimos como uno (sonido fundamental). El timbre depende de la cantidad de armónicos o la forma de la onda que tenga un sonido y de la intensidad de cada uno de ellos, a lo
cual se
lo denomina espectro. El timbre se representa en una onda por el dibujo. Un sonido puro, como la frecuencia
fundamental o cada sobretono, se representa con una onda sinusoidal, mientras
que un sonido complejo es la suma de ondas senoidales puras. El espectro es una
sucesión de barras verticales repartidas a lo largo de un eje de frecuencia y
que representan a cada una de las senoides correspondientes a cada sobretono, y
su altura indica la cantidad que aporta cada una al sonido resultante.
1.4. HISTORIA DE
LA MUSICA
Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación entre
vida y muerte. El movimiento y el sonido.
Los ritos de vida y muerte se desarrollan en esta doble
clave. Danza y canto se funden como símbolos de la vida. Quietud y silencio como
símbolos de la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en
la naturaleza y en su propia voz. También aprendió a valerse de
rudimentarios objetos (huesos, cañas, troncos, conchas) para producir
nuevos sonidos.
Hay
constancia de que hace unos 50 siglos en Sumeria ya contaban con instrumentos
de percusión y cuerda (liras y arpas). Los cantos cultos eran más bien
lamentaciones sobre textos poéticos.
En Egipto (siglo
XX a.C.) la voz humana era considerada como el instrumento más poderoso para
llegar hasta las fuerzas del mundo invisible. Lo mismo sucedía en
la India. Mientras que en la India incluso hoy se mantiene esta idea, en
Egipto, por influencia mesopotámica, la música adquiere en los siguientes
siglos un carácter profundo, concebida como expresión
de emociones humanas.
Hacia el
siglo X a.C., en Asiria, la música profana adquiere mayor relieve gracias a las grandes fiestas
colectivas.
Es muy
probable que hacia el siglo VI a.C., en Mesopotamia, ya conocieran las relaciones
numéricas entre longitudes de cuerdas. Estas proporciones, 1:1 (unísono), 1:2
(octava), 2:3 (quinta), y 3:4 (cuarta), y sus implicaciones armónicas fueron
estudiadas por Pitágoras (siglo IV a.C.) y llevadas a Grecia, desde donde se
extendería la teoría musical por Europa.
El
término "música" proviene del griego "musiké" (de las
musas). Por eso la paternidad de la música, tal como se la conoce actualmente,
es atribuida a los griegos. En la mitología griega, las musas eran nueve y
tenían la misión de proteger las artes y las ciencias en los juegos griegos.
En la
antigua Grecia la música abarcaba también la poesía y la danza. Tanto
la danza como el atletismo se sabe que tenían su
acompañamiento musical en tiempos de Homero.
Hacia principios del
siglo V a.C., Atenas se convirtió en el centro principal de poetas-músicos que
crearon un estilo clásico, que tuvo su expresión más importante en el
ditirambo.
El
ditirambo se originó en el culto a Dionisos (Baco). Las obras -tragedias y
comedias- eran esencialmente piezas músico-dramáticas. La poesía, la música y
la danza se combinaban y las piezas eran representadas en los anfiteatros por
cantores-actores-danzadores.
La poesía
era modulada y acentuada por sílabas, e interpretada indistintamente en prosa
común, recitado y canto. La melodía estaba condicionada, en parte, por los
acentos de la letra, es decir, por la melodía inherente a la letra, y el ritmo
musical se basaba en el número de sílabas. Es dudoso que hubiese diferencia
real entre los ritmos musicales y los metros poéticos.
Desde el
siglo IV a.C., el músico comenzó a considerarse a sí mismo más como ejecutante
que como autor. El resultado fue el nacimiento del virtuosismo y el culto al
aplauso.
La
música, en general, se había convertido en mero entretenimiento, por lo que el
músico perdió mucho de su nivel social. La enseñanza musical acusó un gran descenso en
las escuelas, y los griegos y romanos de las clases elevadas consideraban degradante
tocar un instrumento.
La
división entre el ciudadano y el profesional ocasionó el divorcio social y artístico que en nuestro
tiempo todavía afecta a la música europea.[3]
Capitulo II:
2.1 ANTROPOLOGICAMENTE:
Decía platón:" Este arte contaba ciertamente con
la eficacia del razonamiento que domina la inteligencia, pero mayormente con el hechizo
ejercido en el alma por el elemento sensible, la música de la lengua. Del éxito oratorio se derivan el honor, la gloria y
el poder, que es todo cuanto puede ambicionarse; el
fin inmediato del discurso, el sentido en que ha de mover los
ánimos es indiferente. La justicia y el pudor de que hablaba Protágoras
quedan reducidos al nivel de preocupaciones humanas que el orador debe tener en
cuenta para no exponerse a fracasar al contradecir la opinión general de su
auditorio".[4]
Por otro
lado suele indicarse que la música tiene el "poder" de manipularnos y
controlarnos. Si esto fuera irrefutable, el determinismo skinneriano estaría en
lo correcto al aseverar que no existe tal cosa como la elección o la responsabilidad personal. La música, junto con los demás
"poderes" que se encuentran en nuestros entornos culturales,
recibiría un crédito que no es legítimo.
Este tipo
de creencias no solo estimulan una "dislocación de prioridades", sino
que también estimulan una teología deficiente.
La Biblia
nos dice que a principios de su relación, David tocaba música para el rey Saúl.
En una ocasión, lo que Saúl escuchó lo calmó, y en otra ocasión los mismos
sonidos lo enfurecieron. En realidad, sin embargo, las reacciones eran
decisiones de Saúl. No era pasivo; no estaba siendo manipulado en ninguna
ocasión por el "poder" de la música.
Gran
parte del pensamiento contemporáneo adjudica la culpa del comportamiento aberrante (mala conducta sexual, rebelión, violencia, etc.) al supuesto poder intrínseco de
la música para orquestar nuestras acciones. Algunos extienden esto al punto de
creer que la música es una herramienta especial de Satanás, de forma que,
cuando aparece este tipo de comportamiento, él es el culpable.
Reconozco
que mi punto es neutral referente a este tema. Debemos ser un poco mas
cautelosos de no sugerir que la música no puede ser usada para propósitos
absurdos y/o satanistas. Pero debemos darnos cuenta de que Satán incitaría a
las personas que usan la música; y no asignaría poder alguno a la música misma
si así fuera.
La iglesia también ha intentado de custodiar la información de la música específicamente hablando
a la música "no cristiana" ya que se designan términos como:
- "satánicos"(termino mal utilizado ya que se dice satanista).
- Música del demonio etc, etc,…
2.2 PSICOLOGICAMENTE:
Muchas
personas creen que la música es pura y simplemente música -que no implica
ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación
por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran
claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez
influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana.
Así, por
ejemplo, Aristóteles enseñaba que ¨la música imita directamente (es decir,
representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras
cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es
imbuido por la misma pasión.
Destaquemos,
para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la
música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias
las palabras para que la música tenga significado.
Segundo,
aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado
para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta
condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas,
pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá
un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para
las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las
investigaciones han demostrado que el
condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o
temor y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.
En tercer
lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la
música puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden
influir sobre nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso
afectar el comportamiento, inclusive la toma de decisiones.[6]
2.3 LA MÚSICA Y LA SOCIEDAD:
La música ha desempeñado
un papel fundamental en la historia, desde que el hombre es hombre.
Se utiliza para tantas
cosas que es casi imposible pensar en todas ellas: en celebraciones, ceremonias
religiosas, ritos y danzas para pedir lluvia o buenas cosechas...; como método para relajarse; como forma de diversión a
través del baile o escuchándola en un auditorio; como ayuda para enamorar a
alguien; para tocar con amigos... Y así hasta el infinito.
Es un arte con el que
nos encontramos a diario, desde que nos despertamos hasta que nos acostamos.
Sin la música, el mundo
sería muy diferente.
Ya que es
utilizada mas como un símbolo ritualista para expresar un sentimiento; sin la
música en la historia no hubieran existido hazañas humanas, pasiones eternas,
alientos de guerra ni tampoco el alejamiento del hombre como
animal racional.[7]
Capitulo
III:
Se sabe
que los seres humanos jóvenes construyen su identidad con el vestuario, el peinado, el lenguaje, así como también con la apropiación
de ciertos objetos emblemáticos, en este caso, los bienes musicales, mediante los cuales, se
convierten en sujetos culturales, de acuerdo con la manera que tienen de
entender el mundo, y de vivirlo, de identificarse y diferenciarse. Los jóvenes
se constituyen en grupo. Los amigos son el núcleo donde se generan los patrones
de conducta que se le propone seguir al adolescente. El deseo de ser
independiente de la familia lo va a suplir con la dependencia de
un grupo. Allí se escogerán los significados sociales que atribuyen a los
bienes culturales que consumen. El consumo cultural los identifica y los cohesiona,
les dicta patrones de conducta, códigos, formas de aprendizaje, inclusive su lenguaje se arraiga en los objetos que consumen.
En definitiva, se establece un sistema de creencias. Los miembros del grupo
actúan siguiendo estas creencias. En los grupos en los cuales, el elemento de cohesión, es
la música, las creencias se generan a partir de ella. Ella es la que determina
la forma de vestirse, de peinarse, de moverse, la forma de hablar. Este conjunto
de creencias construye la identidad de ese grupo de pertenencia. No es
casualidad que la población más joven, aquella que inicia sus
propios procesos de conformación de identidad, sea la que muestra mayor nivel de compra de material
discográfico, porque les es preciso poseer una serie de bienes culturales para
formar parte de la comunidad cultural. Ahora, ¿qué es lo que lleva a
los individuos a adoptar estas creencias en común? ¿Cuál es la amenaza a la que
se ven enfrentados, y que resulta en este "acuerdo" de creencias?
Quizás sea la intención de ser alguien en esta sociedad de masas. En un mundo
que tiende a la homogeneidad extrema, la música parece ser el última salida
donde mostrar una diferencia. Ser original, independiente o rebelde, e ir
contra la corriente. Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus
padres, o quizás, solo ocupar el tiempo libre, o ahogar el sentimiento de
soledad, y encontrar un grupo de personas en el que ampararse ante las
exigencias del sistema. El hecho es que una de las actividades que más realizan
los adolescentes es escuchar música. La música une a
individuos de puntos muy diferentes de la sociedad. Desde un neohippie belga
con un anillo en la nariz, hasta un breakdancer de Tokio, con trenzas rasta y
vaqueros anchos. Personas que no se encuentran próximas en el espacio social,
pueden de esta manera, encontrarse e interactuar, por lo menos brevemente,
teniendo algo en común. La música es a la vez, estilo de vida, vínculo social y fuerza
espiritual. Orienta a los jóvenes en su búsqueda de autonomía y les brinda un
medio de expresión.
Esto no
es ignorado por las compañías discográficas, que tienen bien en claro su mercado, particularmente juvenil. Este tipo de industria ha aprendido que la pertenencia a la
nueva comunidad de valores culturales pasa necesariamente por la
posesión, conocimiento y dominio de bienes simbólicos específicos, uno de
los cuales gira alrededor de la música y sus productos. En muchos países, la participación de
la industria musical en la economía alcanza grandes proporciones, llegando a
ser un pilar importante en varias naciones. Por esta razón, resulta lógica la preocupación por buscar, mantener y
ampliar un mercado de consumidores. En este proceso, conocer y a su vez moldear, pero también
amoldarse a las preferencias musicales de los jóvenes, tiene un papel
imprescindible en las estrategias de las empresas. Para esto, los medios juegan un papel muy importante, ya sea
para reforzar esta idea de que para pertenecer, es necesario tener, como
también, para generar nuevos mercados, atribuyendo diferentes valores a la
música, que son ajenos a ella.
Por lo
tanto, la música tiene un aspecto sociológico. Ella es parte de la
superestructura cultural, producto de las clases sociales, pero también de los medios de producción. La sociedad genera la música como su
producto cultural. A su vez, ese producto modifica a la sociedad misma, porque
la agrupa de diferentes maneras, genera grupos de pertenencia, produce
alienación, implanta valores, ideales, los difunde, genera modelos e ídolos, inserta nuevos actores
sociales, se generan nuevas creencias, todo con la consecuente resignificación
de la música, formándose un ciclo de constante resignificación. Temas que antes
no se trataban, como la delincuencia, las drogas, el alcoholismo, el sexo precoz, se suman a la lista de temas que sí
estaban presentes en las letras de las canciones, como el satanismo o la violencia. Aquí entra en juego la fase psicológica de la música, que
veremos más adelante. Pero no solo la estructura social es la que manipula la música.
Los medios de producción también lo hacen, y no solo con la
música, sino que la sociedad es moldeada para que consuma ciertos productos, a
otros los considere de baja calidad. La industria discográfica es parte de
los medios de producción. Y por lo tanto, la música es la materia prima con la que trabajan. ¿Puede la
música afectar a los medios de producción, como lo hace con la estructura social? Solo hace falta recordar el
combate de las grandes discográficas contra la piratería en Internet. Y si bien, en esta cuestión intervienen otros
factores, como los sistemas informáticos, el producto comercializable
es la música, y es lo que hace temblar a las discográficas, mientras las ventas continúan bajando poco a poco.
La música
produce también un impacto psicológico. Es decir, no solo produce cambios en
las conductas del hombre, y en la sociedad, sino que también hay cambios
internos. ¿Porqué es que la música gusta y atrae? Para contestar esta pregunta,
se podría definir primero qué tipo de impacto es la música, a dónde apunta, ¿a la memoria genética, a los valores, a los juicios o a la opinión?.
Seguramente en la memoria genética debe haber un lugar para la
música. Así como el fuego convoca, es posible que la música también tenga algún
efecto similar. Si esto fuera así, se estaría modificando toda la estructura
psicológica interna, porque si la memoria genética y los impulsos primarios son
los puntos más estables, estos modificarían todos los demás segmentos, y se
estaría comprobando que la música tiene una muy alta influencia en las vidas
humanas. Ahora, si la música apuntara a impactar en los valores, el efecto
sería menor, aunque igualmente tendría una gran importancia. Como estos valores
son profundamente formativos, seguramente tendrían mucho más importancia en
edades tempranas, en donde, la música podría llegar a determinar la idea del
bien y el mal, del honor, de la moral, y quedando estos valores implantados en
el individuo. Luego, si la temática de la música se dirigiera a estos valores,
entonces seguramente habría por parte del individuo una identificación, con el
consecuente refuerzo de los mismos. La música también podría impactar en los
juicios, y es probable que así sea, ya que los juicios son adquiridos y
culturales, y por lo tanto, su efecto sobre el individuo sería menor. O
simplemente producir opiniones en la gente. Parecería en esta instancia que se
podría explicar la influencia de la música sobre los individuos diciendo que
ésta golpea en lo más profundo del individuo, y por lo tanto lo afecta como se
ha visto. Pero también se ha podido ver que hay otros factores que intervienen
en este poder que tiene la música para cautivar a la gente.[8]
3.2 La música y su influencia en las personas (Por: Clarimarie
Tapia y Alexis de Jesús, la música y su influencia en las personas,pg1-12).
La música
desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran
cantidad de estilos. La música es para todo tipo de gente no importa género, edad, posición social, etc. Ya que es un
medio de expresión, un arte que es para disfrutarse.
Así como
la música está dividida en géneros el estado de ánimo de la gente también lo está,
ya que a veces nos sentimos tristes, alegres, con ganas de bailar, saltar, algo
con lo que nos sintamos a gusto. Así que, una forma de expresar ese estado de
ánimo es por medio del arte llamado Música.
Quién no
se ha sentido una persona diferente escuchando su melodía preferida
y quién no se ha aislado totalmente del mundo que le rodea mientras se
deleitaba con una buena canción. Tan grande es la influencia de la música sobre
los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar la agresividad como
la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para dormir, relajar, estimular o
concentrar. Todo depende del tipo de música y el momento adecuado para
escucharla.
Capitulo IV:
De todos
es sabido la enorme influencia que ejerce un sonido, una melodía o un ritmo
determinado sobre las personas. Ya desde la antigüedad usaban la lira, el arpa,
la flauta y toda clase de instrumentos para alegrar la vida del
hombre o para festejar ciertos acontecimientos. Incluso en la aberración del
hombre llegaron a crearse marchas militares y de guerra...música como preludio
a la muerte...
La música
y, por tanto, los sonidos, tienen un enorme poder sobre las personas. Hay
músicas relajantes, no entraré en los estilos porque hay muchos, un solo
ejemplo son los sonidos naturales o las de "new age", sean las que sean se han ido
utilizando para fines concretos siempre con el ánimo de condicionar la mente
humana a diferentes estados...alegría, relajación, excitación incluso.
Pero el
enorme poder de la música, como todo, tiene su lado oscuro, nada como canciones
de amor tristes para deprimir a una persona. He comprobado lo lamentable que es
que las personas, sobretodo las que han roto recientemente una relación, se
apegan "automáticamente" a toda aquella melodía o canción que trate
de lo mismo, de rupturas, llantos y lágrimas, de despedidas y de mensajes como
"qué voy a hacer sin ti", etc,etc.
Esto
provoca una acentuación gravísima del estado depresivo de la persona afectada,
en muchos casos la música, una simple canción ha sido el detonante de un suicidio.
La
creación a partir de estas cosas de una ciencia la "Musicoterapia", ha sido un
modo de utilizar la música con fines positivos.
Una de
las músicas más curativas que puede haber es la de los cantos gregorianos,
porque, a pesar de parecer, como alguien me sugirió una vez, "cantos de
ultratumba", son enormemente relajantes, haciendo que la mente se
desconecte del trauma amoroso o de la idea obsesiva que la atenaza. Músicas
como la Celta también posee cualidades curativas, hablamos siempre de canciones
sin letra, sólo melodía.
Indudablemente
hay canciones preciosas, de cantantes o grupos famosos, pero éstas tratan en un
90 por cien de la veces sobre penas de amor, rupturas y un sin fin de mensajes
de agonía por la pérdida de algún ser amado, es "ahí", en esos
mensajes agazapados bajo el maravilloso ritmo de la propia canción, donde está
el verdadero peligro para todos aquellos que se refugian en ellas, pues en vez
de aliviar su situación depresiva, la agravan considerablemente.
La música
clásica posee también efectos dispersantes, relajantes, serenantes, y no
digamos ya el canto de pájaros, el correr del agua o el sonido del viento sobre las hojas de
los árboles, todos medicinas para el alma
quebrantada.
Curiosamente,
en ciertos estados de decaimiento, existen músicas, por raro que parezca, como
algunas de "Heavy Metal" que son capaces, gracias a su ritmo, de
sacudir a la persona y ponerla en marcha.
La mente,
a través de los oídos, capta todo tipo de mensajes acústicos pero también
interpreta esos mensajes, entonces intentemos que éstos sean positivos,
relajantes e incluso estando bien de ánimo, no la llenemos de interminables
mensajes de amargura por historias inventadas por cualquier compositor o
cantante con el único fin lucrativo.
La música
es mensajera de alegrías, o de penas, de esperanzas o de tristezas, quien la
escucha será quien tenga el poder de seleccionar lo que desea escuchar, lo
importante es "lo que dejamos entrar en nuestra mente"[9].
La música
ha tenido un papel mas ritualista a lo largo de la historia; lo que quiere
decir que la música tiene un papel muy influyente en todas las culturas, vale
destacar que es hay donde se antepone la respuesta a la pregunta- ¿influye la
música en el comportamiento de las personas?- claro que si, ya que se muestra
como un vestigio de lo que es el individuo, de lo que siente la persona, de lo
que piensa o de sus vivencias; por lo cual se puede decir, que mas que influir
a la persona la muestra tal como es sin tabús, sin restricciones y sin
ilusorias demostraciones de personalidad ,ya que es hay donde se muestra en
verdad quien es la persona; del mismo modo la música tiene un papel social muy
grande ya que lleva la ambientación de muchos de los ritos llevados por los
seres humanos a lo largo de la historia ya sea universal o particularmente; "la
música tiene influencia en los sentimientos de los seres humanos pero no afecta
la toma de decisiones de ningún modo".